Centenarios árboles escondidos en la Isla del Rey, al borde de su distribución norte, superan los 11 mil árboles de alerce que han soportado el cambio de uso del suelo, la corta ilegal y, ahora, enfrentan el cambio climático
Lorenzo Palma, Ciencia en Chile.
Reportados por el ingeniero forestal Daniel Soto, en el 2008, son el bosque de alerce más al norte de su distribución en Chile. La Isla del Rey tiene 5.103 hectáreas y un 50 por ciento de ese territorio está cubierto por plantaciones forestales. Los alerces, por otra parte, siguen siendo un misterio para muchos habitantes de la isla, pero esto está cambiando, principalmente por organizaciones locales e investigadores dedicados a su estudio.
Este mes Varbara Ramos por medio de la ONG Nativa y Waldo Iglesias, extensionista Forestal convenio Conaf-municipalidad de Corral, organizaron una jornada de charlas, “Patrimonio cultural y natural de la Isla del Rey”, donde presentaron, aspectos culturales, así como la biodiversidad de la isla y, donde una de las investigadoras que participó fue la Dra. Rocío Urrutia, quien profundizó en el alerce, que por lo demás está en peligro de extinción y se encuentra protegido a nivel nacional e internacional.
La investigadora, que es parte del Instituto Forestal (INFOR), contó que el alerce es un árbol al que le gusta la lluvia y los veranos poco calurosos, lo que queda reflejado en sus anillos de crecimiento. En los veranos más lluviosos y con temperaturas moderadas, los anillos de crecimiento de los alerces son más anchos, lo contrario sucede cuando los años son calurosos, explicó Urrutia. Esto le puede traer problemas de crecimiento y funcionamiento frente al rápido cambio climático.
La especie Fitzroya cupressoides (alerce) que crece la Región de Los Ríos y Los Lagos, es la segunda especie de mayor longevidad en todo el mundo, superando los 3.600 años y eso entrega información clave en muchos aspectos, lo cual se logra por medio de los anillos de crecimiento de los árboles, “estos permiten estudiar los cambios en el clima, y reconocer las huellas incendios y fenómenos volcánicos. Los alerces son clave, por ser árboles que viven miles de años”, dijo la experta.
El alerce es una especie relativamente resistente, pero puede llegar a ser muy susceptible al rápido cambio en el clima que estamos viviendo, sobre todo la regeneración frente a condiciones muy secas y calurosas y en sitios donde los suelos son restrictivos, como es el caso de la Cordillera de la Costa, expresó la Dra. Urrutia. La investigadora también parte del equipo del proyecto Fondecyt 1171496, que estudia los alerces en Chile, sus interacciones biosfera – atmosfera y que busca comprender la vulnerabilidad de los alerces al cambio climático, el cual lidera el Dr. Antonio Lara.
Uno de los principales defensores y estudiosos de los alerces en Chile es el Dr. Antonio Lara, Profesor titular de la Universidad Austral de Chile (UACh) y presidente de Fundación Forecos, con 30 años de experiencia en bosques de alerce. El académico de la UACh es especialista en dendrocronología, que es el estudio de los anillos de crecimiento que forman los árboles y con ellos se puede establecer la edad de cada individuo, pero, también se puede identificar todos los cambios que ha enfrentado un árbol en su vida, cómo es el cambio climático, lo que es muy importante con los alerces, porque son sobrevivientes milenarios en muchos casos.
En el caso de la Isla del Rey, además del cambio climático, enfrentan pequeños espacios donde crecer y están rodeados, en su mayoría, por especies exóticas que pueden comenzar a invadir su hábitat. “Es muy importante la delimitación de todos los lugares donde está alerce y que se garantice su protección. Lo principal es que los habitantes conozcan la especie y ellos mismos la defiendan y protejan de las amenazas”, coinciden los expertos.
“El estudio que estamos realizando proporcionará información clave para la formulación de políticas sobre la conservación de estos bosques y para la evaluación de la provisión de agua y el secuestro de carbono como dos servicios ecosistémicos altamente relevantes de los bosques de Fitzroya”, explicó el Dr. Antonio Lara.
En cuanto a las especies de fauna de la isla, tales como pájaros carpinteros, zorros, pudúes, cientos de aves, entre muchas otras, se continuará haciendo el esfuerzo por difundir su importancia natural y cultural, concluyeron luego de la jornada de “Patrimonio cultural y natural de la Isla del Rey”